Érase una vez una sandía gorda, gorda, gorda…

Solo hace falta que esté buena, porque de presencia, porte y kilos (20) va sobrada. Así de orgulloso nos muestra el fruto de su trabajo nuestro vecino Costa Hidalgo.
Esa sí que es «una sandía gorda, gorda, gorda que quería ser la más bella del lugar…» Con las fiestas a tiro de piedra, igual hasta la cantamos de nuevo este año.

Fotos: Pilar Corredera.