El futuro es de un color…

Ha pasado ya un tiempo desde que empecé a escribir y colaborar con Besana. Y después de unos cuantos artículos publicados vuelvo a presentarme por si hay alguien que todavía no sabe quién soy. Además he decidido añadir mi foto a los artículos que se publiquen por aquí. Soy Héctor y soy de Babilafuente aunque parte de mi sangre procede de Villoria.


Hace tiempo que tengo a medias varios artículos pero estoy en proceso de terminarlos. Me han surgido algunas cuestiones que me gustaría plantear pero no quiero molestar ni comprometer a las personas que hacen Besana. Yo escribo de la mejor manera que sé y con idea de llegar a los que están al otro lado de la pantalla. La intención es divulgativa y mostrar otra parte que no se suele ver por los medios tradicionales. Pero echo en falta a veces que me lleguen impresiones y opiniones de quienes me leen. Incluso alguna duda o preocupación de algún tema que pudiera ayudar a la gente. Nunca se sabe y ya se verá si se podría hacer algo.


Así que después de todo esto hoy me gustaría comentar unas preocupaciones que están surgiendo. Porque estamos en un momento bastante complicado a todos los niveles. A nivel económico, social, político o bélico. No solo en clave nacional, sino también a nivel internacional.


En lo económico estamos en un momento delicado, a pesar de que para algunos la economía vaya como una moto y los datos de empleo sean fantásticos. Todo eso está cogido con pinzas ya que parte de una información más bien sesgada de la realidad. Una deuda inasumible que pagarán las generaciones futuras si pueden. Hace tiempo que perdemos puestos en el ranking de la riqueza de los países y el PIB per cápita no ha aumentado en 15 años. Cada vez hay más empresas que cierran y los inversores se piensan mucho eso de venir a España. Por no hablar de la inflación con la subida de precios y sobre todo la presión fiscal tan alta que tenemos, especialmente para las empresas y autónomos.


En lo social, con gente cada vez más pobre, la falta de igualdad entre ciudadanos por el hecho de vivir en diferentes zonas o regiones, o las redes sociales llenas de odio y comentarios que no llevan a nada.


En lo político, con una clase política llena de privilegios y que solo miran por ellos y sus partidos en vez de por los ciudadanos, una corrupción sistémica que lo permite y sin límite ni control a todos los que se dicen ser nuestros representantes, con una polarización de la sociedad provocada por los partidos para su beneficio y hasta llegando a tener una censura y un límite a nuestras libertades.


En lo bélico con los dos frentes actuales, en el que estamos participando activamente, sobre todo económicamente en uno de ellos y que no nos beneficia nada, ni a la Unión Europea. Pero sobre todo ante una posible escalada bélica que puede traer unas consecuencias nada halagüeñas.


Y por último en el tema internacional con el tema de Venezuela y las próximas elecciones en Estados Unidos que pueden influir mucho en el resto del mundo.


Esto es solo una pequeña muestra y no soy catastrofista ni veo todo de manera negativa. Me gusta ver lo que tenemos y las diferentes posibilidades, sobre todo para intentar mejorar y que la gente sea crítica y tenga un pensamiento libre. Es el momento para cambiar nuestro futuro. Casi todos los problemas nombrados aquí vienen por nuestro sistema de estado. ¿Queremos seguir como hasta ahora o decidimos cambiarlo?


Héctor

Te interesa

La Cofradía del Santísimo de Villoria en Roma.

Ayer, domingo día 17 de noviembre, tuvo lugar un nuevo encuentro nacional de Cofradías de …