Después de más de un año de lucha, Bernardo nos ha dejado para siempre.
Para siempre físicamente, que no en el recuerdo y en el pensamiento. Son muchos los años pasados junto a nosotros y colaborando también activamente con nuestra revista cuando daba sus primeros pasos.
Ahora sobran las palabras, es la hora de los recuerdos y los sentimientos. Nos han dicho que te has ido contento. Contento porque en esta vida habías hecho lo que querías: trabajar y estar siempre al servicio de los demás. La casualidad, o ese mismo Dios al que has servido durante tu vida, han querido que te fueras el día de San Sebastián, fiesta chica de nuestros vecinos de Villoruela, pueblo del que has sido párroco y que hoy, sin duda, sentirá tu ausencia más que ningún otro.
No nos queda más que darte las gracias por haber compartido con nosotros la mayor parte de tu vida. Desde aquí queremos mandar nuestro apoyo a tu familia, a tus compañeros dominicos, y a todos los que te conocieron y disfrutaron de tu amistad. HASTA SIEMPRE, AMIGO.
Te interesa
La Cofradía del Santísimo de Villoria en Roma.
Ayer, domingo día 17 de noviembre, tuvo lugar un nuevo encuentro nacional de Cofradías de …