CENTENARIO MISIÓN SAN JOSÉ KORIBENI por Roberto Abalos. Segunda parte

Vamos con la segunda entrega de los actos programados con motivo de la celebración del centenario de la misión de San José de Koribeni que nuestro querido Roberto nos envió hace unos días

Queremos que las generaciones presentes y venideras al contemplar este museo aprecien la forma de vida y obra de todos nuestros antepasados y hagamos firme compromiso de no perderla y transmitirla a otras generaciones, que será la mejor forma de honrar la memoria de los que habiendo vivido y luego de sembrarnos sus chacras, sus ideas, sentimientos y acciones, ya se han ido.

 

PRESENTACIÓN

Con mucho cariño hemos preparado este Museo de la Misión y Comunidad de Koribeni como una forma de agradecer a nuestros paisanos matsigenkas, a los Misioneros y Misioneras y a todas las personas que nos han regalado lo mejor de sus vidas.

Queremos que las generaciones presentes y venideras al contemplar este museo aprecien la forma de vida y obra de todos nuestros antepasados y hagamos firme compromiso de no perderla y transmitirla a otras generaciones, que será la mejor forma de honrar la memoria de los que habiendo vivido y luego de sembrarnos sus chacras, sus ideas, sentimientos y acciones, ya se han ido.

El Museo está ubicado en las tres aulas, que ya en sí mismas forman parte del mismo, porque fueron construidas por el P. Daniel López con la ayuda de todos los paisanos de la comunidad e inauguradas solemnemente, el día 14 de agosto del año 1967, haciéndose cargo de ellas las Misioneras Dominicas del Rosario que hacía dos años habían fundado su misión en Koribeni y llevando también el internado y la posta médica.

Dividimos el Museo en tres partes:

En el Aula primera queremos exponer lo que era la vida y labores de los matsigenkas de Koribeni cuando llegaron los primeros misioneros dominicos. Y exponemos también unas cuantas gigantografías de muchos de los que vivieron en ese tiempo y los que llegaron para ponerse a su servicio.

En el Aula segunda, damos una pincelada de la obra de estos misioneros y misioneras en los campos de la educación, la salud, la catequesis. Además exponemos fotografías de todas las comunidades matsigenkas que visitamos en nuestra labor pastoral.

El Aula tercera la denominamos del encuentro de Culturas: Matsigenka y Quechua, con acento en el sistema educativo. También con una serie de paneles con fotografías de muchas de las comunidades quechuas que pertenecen al ámbito de nuestra Misión de Koribeni. En el centro de la misma, hemos levantado un Monumento a los caídos: un conjunto de troncos abatidos que, rodeados de niños matsigenkas y quechuas, logran el milagro de hacer que del árbol seco renazca la flor de la esperanza.

¡¡ QUE LO DISFRUTÉIS¡¡

AULA 1

LA VIDA MATSIGENKA A LA LLEGADA DEL MISIONERO

 Vemos en frente las fotos del Curaca Manuero Seri y del P. José Pío Aza, los fundadores de la Misión el año 1918.

  1. Los matsigenkas vivían de la caza y la pesca. La pesca era comunitaria y se hacía con “cogi” (tenemos muestra de esa raíz) machacándolo con piedras y el líquido lechoso se vertía sobre las aguas y con él se adormecían los pescados que eran presa fácil para la flecha. En aquel tiempo la pesca era abundante en nuestro río Koribeni. Luego ha venido el triqui y también la pólvora con lo que nuestro río ha quedado vacío.
  2. La caza era el otro elemento fundamental en la dieta matsigenka. Por supuesto que con flecha en cuyo oficio todos eran artesanos. Cada flecha tenía su punta diferente según el animal que se iba a cazar. Abundaban entonces el tigre, la sachavaca, el mono, el venado, ronsoco, sajino, huangana, etc. Hoy no nos queda más que el shamani.
  3. El resto de la dieta la proporcionaba la chacra. Los productos típicos eran fundamentalmente la yuca y frutas diversas. Vemos a una mamá con su niña de regreso con los productos de su chacra.
  4. Vemos en el pankochi, diversas escenas domésticas. Un paisano haciendo fuego con los dos palitos. Una de las esposas machacando grano en la piedra (nombre de la misma). Otra señora hilando con algodón natural una kushma con su rueca o Kirikamentontsi y otros útiles artesanos. Otra señora sirviendo en los cuencos el popular mashato.
  5. En el pequeño pankotsi vemos a tres señoras fabricando artesanalmente el mashato. Primero se pela la yuca. Luego se cuece. Después cada señora toma un trozo y lo mastica e insaliva en su boca, lo que la hará fermentar. Luego se cuela y espera unos días para que adquiera grado de alcohol y se sirve sobre todo en las frecuentes reuniones y fiestas que organizaban nuestros paisanos en noches de cuentos y encantos.
  6. En las paredes podemos ver fotografías de nuestros antepasados en diversas escenas de nuestra comunidad nativa de Koribeni. Vemos a todos los padres que han residido al menos un año en nuestra misión. También a todas las misioneras dominicas que igualmente han permanecido entre nosotros. También los distintos curacas y jefes que hemos tenido en la comunidad. Vemos también al curaca de la Misión Chirumbia y al P. José Rodríguez, cofundadores de aquella misión hoy desaparecida y diversas familias y escenas de la misma.
  7. La gran fotografía de la pared derecha muestra la primera misión que estaba en la margen izquierda del Urubamba y en la desembocadura del Koribeni también en su margen derecha. Era una buena pampa donde se tenía el ganado vacuno. El padre que aparece en la fotografía es el P. José María Graín que llegaría a ser obispo de nuestro Vicariato Apostólico.
  8. La fotografía grande de la izquierda muestra la comunidad desplazada ya a la margen derecha y localización actual. La foto es de los años cincuenta. El traslado se hizo en tiempo del P. Andrés Ferrero el año 1944. Podemos señalar la fotografía del P. Ferrero en la gigantografía de todos los misioneros. Del mismo modo podemos decir algo del resto de los misioneros y su tiempo.
  9. Sobre las esteras de la pared vemos parte de una kushma hecha con corteza de árbol y pintada de forma natural. Sobre ella una piel de tigrillo. En la otra estera vemos una piel de ardilla, tambora y otros elementos.
  10. Sobre la mesa diversos objetos de la vida de nuestros antepasados: cerámica, objetos de uso diario, etc.

AULA 2

LA OBRA DE MISIONEROS Y MISIONERAS

  1. Fundamentalmente fueron la educación, la salud y la catequesis de la doctrina y vida cristiana.
  2. No solo en Koribeni sino en todas las comunidades del ámbito pastoral de la Misión.
  3. Vemos en la gigantografía de la izquierda al entrar, la foto de dos misioneros dominicos: el P. Wenceslao Fernández y su primo el P. Gerardo Fernández. El P. Wenceslao ha sido uno de los pilares fundamentales de nuestra misión. A él debemos la construcción de la primera capilla y casa misional de la margen izquierda tal como lo vimos en la fotografía del Aula primera. El P. Wenceslao fue el protagonista, junto con todos los paisanos de Koribeni el año 1924, de la película que filmó el P. Gerardo, quien vino desde Lima con una máquina de marca Pathé y sus rollos de película. Vemos al lado de director y actor, fotogramas de dicha película que, desgraciadamente, desapareció, cuando hoy sería un inestimable documento antropológico para nuestra comunidad.
  4. Por supuesto que la motivación fundamental de la misión fue la transmisión de los valores del Evangelio de Jesús. Así, en la gigantografía siguiente, en la misma pared, vemos al P. Joaquín Barriales, revestido de su kushma, celebrando misa en matsigenka con nuestros paisanos. El P. Joaquín conoció bien nuestra lengua y nuestra cultura matsigenkas y dejó abundantes escritos sobre la misma.
  5. Entre las dos gigantografías, vemos a un misionero dominico con su hábito y su mochila. Tarea fundamental de los misioneros ha sido reconocer el territorio de la misión y visitar frecuentemente todas las comunidades, preocupándose por la educación, la salud, la organización y la catequesis sacramental y celebraciones religiosas.
  6. En la pared de enfrente vemos varias misioneras dominicas: una de enfermera y otra con su hábito. Las misioneras llegaron a Koribeni el 13 de abril del año 1965. Su tarea fundamental fue el internado, la escuela, la posta médica y la catequesis. Aquí la vemos señalando la gigantografía donde se ve a otra misionera enseñando catequesis con unas láminas ilustrativas de la historia sagrada, ante la atenta mirada de dos alumnos en una carpeta. En la gigantografía contigua vemos a otra misionera enseñando a coser, en la famosa máquina Singer, a una niña que vemos también al natural ante la misma máquina de coser de la fotografía.
  7. En la pared de la derecha, vemos distintas gigantografías que muestran rostros y situaciones de cada una de las comunidades matsigenkas del ámbito de nuestra misión que son visitadas frecuentemente por nuestros misioneros.
  8. En el biombo del centro vemos fotografías de otras comunidades nativas de nuestra misión.
  9. También en el biombo aparece una gigantografía que refleja parte de lo que fue el famoso Museo de Christian Bües, un ingeniero agrónomo muy amigo de los dominicos que coleccionó todo tipo de insectos, víboras, cerámica, animales disecados, esqueletos y otros muchos vestigios de la cultura matsigenka y quechua de nuestra Provincia de La Convención. En las mesas del centro vemos parte de los restos de ese museo que recientemente han sido rescatados por la misión y el Departamento de Cultura Provincial y generosamente nos los ha prestado para que los expongamos en nuestro Museo de Koribeni.
  10. En la otra pared vemos una gran gigantografía que celebra el Centenario de nuestra Misión con varias fotografías de las distintas épocas de la misma y al centro los rostros de Manuero Seri y Pío Aza los fundadores de la Misión San José de Koribeni.

 AULA TERCERA

KORIBENI INTERCULTURAL 

  1. Koribeni ha sido una comunidad matsigenka progresivamente colonizada. En la actualidad son muchos los matrimonios y familias de matsigenka y quechua.
  1. Un elemento clave de esta interculturalidad es la Educación. Desde la infancia conviven en la escuela niños de cultura matsigenka y quechua. Desgraciadamente no se está dando la importancia debida a la lengua y cultura matsigenka en nuestro sistema educativo, lo que pone en peligro de extinción nuestra lengua y cultura.
  1. Vemos en una de las paredes, dos gigantografías que muestran la primera escuela, donde estamos en este momento; y el actual colegio de primaria y secundaria de Koribeni.
  1. En otra gigantografía vemos un grupo de los profesores que han pasado por nuestras escuelas y colegio.
  1. En la pared contigua vemos grupos de alumnos de los diversos grados en el año 2006.
  1. En el biombo del centro podemos ver gigantografías con diversas comunidades de colonización del ámbito de nuestra pastoral misionera.
  1. En la pared izquierda vemos dos gigantografías. La primera representa el grupo folklórico matsigenka “Tiksa Matsairo” capitaneado por el artista matsigenka de Koribeni Percy Piñarreal. La gigantografía siguiente representa los productos típicos de las chacras de nuestra zona: café, cacao, achiote, maíz, etc.
  1. En la pared contígua vemos una edificación típica de colonización, construída con adobe, con todos los enseres habituales.
  1. A su izquierda el grupo “manos energéticas”, dirigido por Madre Esther, presentan su trabajo y productos.
  1. A la derecha de la casita vemos un confesonario, reliquia del cumplimiento pascual notorio en aquellos tiempos.
  1. En las mesas vemos cestitas típicas con semillas de los productos que nos regala nuestra madre tierra.
  1. Y en el centro de esta aula y como elemento central, tenemos el llamado “Monumento a los caídos”. Se trata de una alegoría de la destrucción a la que estamos sometiendo a nuestra amazonía. Vemos un conjunto árboles que han sido asesinados y han caído abatidos por las mortales motosierras. De este paisaje seco y desolado, emergen unas ramitas de una de las cuales surge un nuevo tallo y una flor. Está rodeado este conjunto, de árboles muertos, por cuatro niñas que entrelazan sus brazos como ramas de un mismo tronco; dos son matsigenkas y otras dos son quechuas; son el brote nuevo del tronco viejo. Es la imagen parabólica de Ezequiel: “Del viejo tronco de Jesé, nace un brote nuevo”. Es la esperanza que supone la infancia para nuestro porvenir y el de nuestra madre selva o pachamama.

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