Mal de muchos…consuelo de tontos. Y eso es lo que hemos sacado: la cara de tontos
Silencio y paz. Estas son las dos palabras que definen el estado de ánimo de los aficionados del F.C. Barcelona y del Real Madrid tras sus respectivas eliminaciones de la Liga de Campeones.
Silencio porque es mejor no decir nada y paz porque a unos y otros les queda el consuelo de que el eterno rival también ha caído. Magro consuelo cuando en el fondo hemos perdido todos. Y mientras tanto en Inglaterra y Alemania alguien tiene que estar riéndose con verdaderas ganas. En España somos así: lo fuimos, lo somos y lo seremos. Una España cainita que me recuerda a ese cuadro de Francisco de Goya donde dos gigantes se golpean mutuamente con enormes garrotes.
Todo estaba preparado y todo estaba escrito. El Madrid y el Barça jugarían la final de la Champions y sería el partido no del año ni del siglo, sería el PARTIDO de todos los partidos. El no va más del fútbol de todos los tiempos. Una orgía de fútbol total entre los dos mejores equipos del mundo.
Pero el hombre propone y Dios dispone. El Destino, la Fortuna o quien quiera que rige la vida de los hombres nos ha gastado una broma de muy mal gusto a los españoles. Eso no se nos hace a nosotros hombre. Bastante tenemos con lo que estamos pasando con la crisis para que encima nos priven de nuestro espectáculo favorito. Si viviéramos en la Grecia clásica, donde según la mitología los dioses del Olimpo jugaban con el destino de los hombres, diríamos que algún dios ebrio y gracioso se despertó la semana pasada de su lecho con ganas de jugar y entretenerse a costa de los españoles.
Ahora, y hablando en serio, creo que nos hemos eliminado nosotros mismos. El partido del sábado pasado entre ellos, con la liga en juego, dejó eufóricos a los merengues y tocados a los culés. Lo normal en estos casos. Pero sin ninguna duda dejó agotados a ambos. Hemos cavado nuestra propia tumba poniendo el partido de máxima rivalidad entre los dos partidos de semifinales de Champions. Los jugadores, independientemente de lo que ganen, son muy jóvenes y son personas. La presión a la que se han visto sometidos ha agotado su combustible y agarrotado sus músculos. Mientras ellos lo dejaban todo en el Camp Nou, los titulares del Bayern y Chelsea descansaban de sus respectivos partidos ligueros.
Viendo el comienzo de ambos partidos de vuelta de semifinales y, en condiciones físicas normales, tanto el Madrid como el Barça habrían goleado a alemanes e ingleses. Nuestra debilidad física coincidió por desgracia con la experiencia y veteranía de los grandes equipos. Se dieron cuenta y nos ganaron. La casta no fue suficiente para superar el agotamiento físico. Los dirigentes del fútbol español deberían tomarse un tiempo para reflexionar a la hora de establecer el calendario de partidos.
Mal de muchos…consuelo de tontos. Y eso es lo que hemos sacado: la cara de tontos que se nos ha quedado a todos. Es cierto que sólo es fútbol, que es un juego, que no pasa nada…pero habría sido bonito ver una vez más a un equipo español levantar la famosa Copa de Europa: Madrid o Barça, Barça o Madrid…al menos una mitad de España habría sido feliz.
Eso sí; como seguimos siendo fieles a nosotros mismos y a nuestras costumbres, ya le hemos buscado la cara buena a la desgracia y desde hace unos días proliferan cientos de chistes, bromas y anécdotas haciendo sangre con los perdedores. Costumbre muy española, también, la de hurgar en la herida.
Y para rematar también nos ha quedado algún misterio por resolver para que investigue Íker Jiménez: saber por qué tiro el penalti Sergio Ramos y averiguar en qué parte de España o del Universo ha aterrizado el balón. ¡Pobre Ramos! Yo quiero darle mucho ánimo porque un día me dijeron que un penalti sólo lo falla en que lo tira.
EL PÁNCARO.