En una reunión de jóvenes se habla de todo. Porque los jóvenes también hablamos y dialogamos (no todos somos ni-ni). Esta vez tocaba hablar de lo poco que valoramos la libertad que tenemos,-quizá porque tenemos demasiada- ; de la poca importancia que le damos a las relaciones interpersonales y a todas aquellas conductas de riesgo que llevamos a cabo en múltiples ocasiones incluido en el ámbito sexual y acto seguido surgió una cuestión que nos hizo pensar acerca de este tema: ¿Estamos los jóvenes –y sobre todo los adolescentes- bien informados acerca de las consecuencias de estas conductas?
Esta fue una pregunta que nos mantuvo debatiendo durante largo tiempo y por supuesto se expusieron opiniones de lo más variadas, para gustos los colores.
A mi esto me hizo recapacitar. No era la primera vez que lo hacía sobre este tema pero como algo lejano, como esas cosas que piensas y terminas llegando a la conclusión de que eso sólo le pasa a los demás y tu conciencia se queda tranquila.
Pero ese día lo pensé más de lo debido, el motivo no lo sé, quizá porque me di cuenta de que las conductas de los demás de un modo directo o indirecto también pueden repercutir en uno, en su entorno, en definitiva, que las personas no somos algo aislado, sino que vivimos en sociedad con todo lo que ello conlleva.
Hoy en día somos unos privilegiados respecto a nuestros antepasados. Ahora estos temas se tratan con naturalidad en la mayoría de las familias. Los medios de comunicación también juegan un papel importante en este sentido. Campañas publicitarias sobre preservativos de mil colores, tamaños y sabores están a la orden del día. Noticias, programas, comentarios y opiniones no faltan sobre la píldora de toda la vida, la píldora postcoital y otros métodos anticonceptivos; pero la mayoría de ellos inciden sobre lo mismo: el embarazo no deseado. Que nadie me interprete mal; me parece fenomenal que se intenten evitar este tipo de embarazos, pero no estaría de más que este tipo de campañas hicieran hincapié en el uso del preservativo, de suma importancia a la hora de prevenir el contagio de las llamadas enfermedades de transmisión sexual.
» Fíjate, fulanita de tal esta embarazada, pobre, con lo joven que es…» Este comentario está a la orden del día. Sinceramente a mi me daría más pena escuchar : «fulanit@ de tal tiene las sífilis, la gonorrea o, lo que es peor, el VIH, pobre ,con lo joven que es…».
La creciente promiscuidad de la población entre la gente joven es un hecho constatado y, como tal hay que asumirlo y el uso de un simple preservativo nos puede librar de muchos problemas (el color y el sabor no importan).
Una moderna