Hace un tiempo leí en Besana el escrito de una persona que decía ¿Que estaba muy descontenta por el trato que en estas vacaciones había notado en la gente de Villoría?.
Mas o menos venía diciendo, que en el pueblo se estaba perdiendo la confianza, entre la gente, confianza que hacía que el pueblo fuera un sitio único ¿Y decía que este año se marchaba con pena porque notaba que el pueblo estaba cambiando?.
Me da pena, si es cierto que esto esté sucediendo, yo que cante a mi pueblo hace muchos años con versos como los que a continuación escribo. porque así lo sentía y no solo porque así lo sentía, si no porque así lo había vivido. ¡Porque nada se conoce mejor que el sitio donde se nace, donde se pasa la niñez, la juventud!
Por eso yo cante lo bonito que era mi pueblo en aquel tiempo y la nobleza de su gentes, me da pena que esto se pierda, pues creo que no hay nada que tenga más valor que la amistad, la sinceridad, la confianza, la camaradería, valores que hacen la vida más agradable, allí donde quiera que estés.
Yo empezaba así aquellas largas poesía escritas con el bolígrafo para mandarlas a la vieja revista besana cuando todo era más romántico.
Qué bonito era mi pueblo
sin sus calles asfaltadas
sin monumento a héroes
y sin grandiosas fachadas
Y acababa aquella larga poesía alabando a la gente, con el siguiente verso.
Por eso los de mi pueblo
son todos la mejor casta
amigos de corazón,
amantes de la amistad.
sinceros en su decir
y de grandiosa bondad.
Por eso es triste si esto está sucediendo, algo que yo no querría nunca, porque si de algo se puede sentir uno orgulloso, es de la bondad la sinceridad, de la gente de tu pueblo, pues no hay monumento que pueda superar a las personas, y sobre todo aquellas que conoces desde que naciste y con los que jugaste con los que hiciste tus primeras nobles picardías.
Por eso en otro escrito yo también decía, que no me gustaría que mi pueblo se convirtiera en una gran ciudad, donde la gente pasa y no mira para ti y digo esto, porque ahora cuando hablo con gente que vive en el pueblo, es verdad que está en boca de todos la expresión de que Villoría ya es como una capital y hay esta el peligro, que la gente se lo crea y empiece actuar como la mayoría de la gente que vive en las capitales que pasan junto a ti y es como si pasara al lado de una farola, ni te mira y esto es muy triste y un mal ejemplo para la convivencia, con lo agradable que es la amistad, sincera, el a dios o el hasta luego o el simple hola.
Me acuerdo cuando fui la primera vez con mi mujer a Villoría, ella es de una ciudad que se puede decir que es grande y por tanto no estaba acostumbrada a que toda la gente al pasar junto a ti, te salude, te digan a dios, o te pregunten como estas, o cuánto tiempo sin verte, en fin un montón de formas de decirte que se alegran de verte.
Esto solo pasa en los pueblos que no son muy grandes, es decir donde más o menos se conoce a toda la gente, como es su carácter, por tanto sabes cómo le puedes tratar, lo que te lleva a no tener enemigos, por eso el saludo por la calle siempre es un saludo sincero, aunque se de algún caso de esos que no están a gusto ni en el cielo, pero estos casos para mí no hay que tenerlos en cuenta y de hecho es así no se les hace ni caso.
Yo en una ocasión le explique a mi mujer el sentido de «mi tío»,o «el Tío» que suenan igual pero son muy diferentes en el pueblo, aunque a la gente de la ciudad no lo acabe de comprender, si puedo, aclararé esta diferencia.
Un día fuimos a pasear por el camino de las parcelas y yo aún me acordaba de quien eran y le iba diciendo, esta es la del tío y le decía el nombre, esta otra del tío como se llamara y así lo repetí varias veces hasta que llegamos a una y le dije esta es de: ¡Mi tío!.
Igual pasaba cuando paseábamos por el pueblo y nos cruzábamos con alguna persona que nos saludaban, entonces mi mujer me preguntaba ¿Quién es ese que nos saludo? Yo la decía el tío, como cuando paseábamos por las parcelas y le decía su nombre y así uno tras otro pues fueron varios los que nos saludaron.
Pasado un rato vimos venir a otra persona y la dije ¿Hay viene mi tío? Entonces mi mujer dijo ¿Que pasa es que en este pueblo todo el mundo es familia tuya? Las parcelas todas son de tus tíos y la gente que pasea también, son tus tíos. ¡Cómo se explica eso! Yo la dije ¿Eso es una forma de hablar que aquí no parece mal? Lo de tío es una expresión como decir Señor y aunque parezca vulgar, lo de tío, no le parece mal a nadie porque es una costumbre que no lleva mala intención, pero lo de mi tío, sí que es de tu familia.
Te voy a poner más ejemplos del sentido que tiene el. Mi en Villoría. Si ves en el pueblo a varios hermanos hablando de su madre o de su padre les oirás a cada uno decir Mi madre, Mi padre, como si de los otros que están allí presentes no lo fuera, esto son costumbres o formas de hablar que a mí no me gustaría que se perdieran nunca, porque el Mi da más profundidad a lo familiar, a lo tuyo.
Yo se que la gente que habita hoy el pueblo dista mucho de cuando nosotros nos criábamos, hoy se aprende mucho de los medios, el mundo se ha quedado pequeño y a lo mejor esta es la causa de ese despegue, de esa forma de tratar a los foráneos aunque estos sean del pueblo.
Por eso, yo aun creo, que la familia sigue siendo importante, porque la familia enseña la verdad. Los medios no tanto, por eso lo de, mi, madre o lo de mi padre, aunque estés hablando con tus hermanos, no me gustaría que se perdiera, ni las enseñanzas de la familia, que creo que no hay libro que la puedan superar, porque en la familia es donde se dice la verdad donde se enseña a tratar a la gente donde se enseña, lo que se sabe y donde se te dice lo que se puede hacer y no, todo basándose en la experiencia de la familia. No es raro escuchar decir. ¡Como decía mi padre!
Por eso no es extraño encontrarte con hombres de apariencia ruda porque han pasado toda su vida en su pueblo trabajando en el duro campo que cuando hablas con ellos, ¡Te hacen pensar de donde habrá sacado este hombre tanto saber! Yo siempre digo que de la familia, porque el colegio enseña, pero la familia unida a lo largo de la vida más. Hay un refrán que dice ¿que la experiencia hija de la observación es madre de la ciencia? Y la familia acumula saberes y los reparte entre los suyos, siempre con la verdad por delante.
Por eso vuelvo al principio de este escrito y me pregunto ¿Porque, ahora la gente se va descontenta del pueblo después de pasar las vacaciones, cuando siempre ha sido lo contrario que la gente le daba pena que se acabaran y tener que dejar a la gente con los que has pasado unos días tan agradables?
A mí se me ocurre pensar que si esto es así, que la gente está cambiando, quizás sea como decía al principio, por los medios que hacen que la gente se encierren en sus casas enganchados a ellos, abandonando la familia que es donde se aprende y la calle que es donde se conoce a la gente donde se hacen los amigos.
De una manera u otra yo os diría no cambiéis, que la esencia de un pueblo está en la amistad sincera y que sintáis el deseo, de que pase pronto el año para volver a ver a los que vinieron a pasar el verano con vosotros para que les contéis y os cuenten como están y como estáis, como si de una familia se tratara.
UN SECRETO EN MI SENTIDO
Escúchame pueblo mío
que blanco te reflejas en el cielo.
cuando todo esto termine
desde allí si yo lo merezco
veré reflejar tu brillo
y sabré que no he perdido
lo que yo tanto he querido.
Yo no yaceré en la tierra
en la tierra que he nacido,
habrá un espacio en el aire.
entre el amor de la carne
y el amor de los sentidos.
Tengo una piedra en mi casa
como una perla escondida
la cogí en el borde de un camino
allí en mi pueblo querido.
la guardo como un secreto
es un sentimiento vivo
A veces hablo con ella
la acaricio con pasión
parece una tontería,
la cuento cosas de entonces.
mi piedra parece viva.
Tiene un perfume secreto
que yo escondo en mis sentidos,
solo los encuentro en ella
de los campos, campos, míos
que están dentro de mí de ser
son de mi cuerpo un sentido…
Sentimientos escondidos en mi ser
porque de niño recorrí de ellos
los senderos, los caminos
vertí en ellos mi sudor
labrando sus duras tierras
segando sus nobles trigos.
Trigos que daban blanco pan
alimento deseado y preferido
con el que el hambre matamos
de tiempos que yo no olvido.
Ahora que todo ha pasado
y el aire ha borrado las huellas
que un día dejamos en el camino
libres allí crecerán las flores,.
porque ya nadie, nadie las pisa
qué pena ¡Que el tiempo pase tan de prisa!..