Esta noche como no dormía, pasee por los lugares que me llevó la vida y disfruté y sufrí.......

ESTA NOCHE RECORDÉ


Esta noche como no dormía, pasee por los lugares que me llevó la vida y disfruté y sufrí…….
….., porque la vida no es un sueño y si una realidad aunque al final sea todo como un sueño, porque si nos paramos a pensar un instante, todo pasa tan rápido como si hubieras estado durmiendo.

Por eso después de lo dicho, voy hacer un recorrido por los lares hoy cercanos, pero entonces lejos, muy lejos. Porque entonces para llegar a un lugar, se necesitaba cambiar de trenes tres o cuatro veces donde quiera que fueras y si era al extranjero mas ¡Todo una aventura, que ahora parece de tiempos pasados, pero si te paras a pensar, todo fue ayer!

Recuerdo aquel primer viaje al extranjero, camino a Ginebra. Suiza, que salimos de Salamanca una mañana hasta Madrid, de Madrid hasta la frontera, parando en todas las estaciones y al llegar a la frontera después de una revisión de tus maletas, otro tren, total cuatro trenes antes de llegar al destino.

Todo una odisea, dos días y una noche sin dormir, o durmiendo en el asiento sin poderte lavar la cara, comiendo el chorizo que llevábamos en la fiambrera o en el fardel ¡Que rico nos sabia! Aunque nos llamaran los creídos ¡¡Paletos!! Más tarde cuando pasado un tiempo comiendo las comidas de aquellas tierras extrañas, se nos acordaba el olor de aquel chorizo del largo viaje.

Yo pase poco tiempo en Suiza pues el trabajo de las vacas no era lo mío y aunque puse todo mi empeño por cumplir el contrato el tirano para el que fui trabajar, me hizo la vida imposible. ¡Más adelante diré como fué mi final allí!

Primero para empezar me puso a dormir en un cuarto junto al establo que no se diferenciaba en nada al establo, la ventaja que tenia era que me llegaba el calor de las vacas, pues aquella casa y establo estaban situados en una explanada en la falda de los Alpes, desde donde se divisaban las nieves perpetuas y aunque era el mes Julio, el calor de las vacas no me venía mal de todo, aunque fuera una infame guarrería.

Era tal el sadismo de aquel fulano que ya el primer día me mando lavarle las tetas y el rabo a todas las vacas. Un sádico que pensaba que los españoles, no éramos humanos, porque vivíamos en una dictadura, como mas tarde me dio a entender, sin darse cuenta que el que no era humano y dictador era él.

Recuerdo perfectamente la situación de aquella casa, sola, pero situada desde donde se podía ver a Dios por el lugar donde estaba. Pero que la habitaba el mismísimo demonio.

Voy a decir un hecho que a cualquier humano le sorprenderá. Era verano, habíamos segado la hierba que se dejaba secar hasta llevarla al silo. Durante esta tarea entre la hierba seca, aparecían cantidad de tabarros como se les llama en Villoria a unos moscones que pican al ganado de tal manera que de allí donde pican sale un chorro de sangre ¡En otras partes, estas moscas se les llama tábanos!

Pues este hombre, si se le podía llamar hombre, se le ponía una de esas moscas en el brazo y no la espantaba hasta que le llegaba la sangre a la mano ¿Yo os puedo decir que el pinchazo es muy doloroso porque lo sufrí?

¿Cómo acabo todo? Acabo mal, muy mal. Un día descargando un remolqué de yerba seca. Cuando acabe le dije ¿qué me iba venir a buscar un italiano para irme a cortar el pelo? Pues yo no conocía nada por allí, pues en el tiempo que estuve en esa casa no salí de ella, aunque había conseguido orientarme y si sabía por dónde podía escapar como así fue, que tuve que escapar.

Cuando le dije que me iba a cortar el pelo me dijo. ¡Que no, que no, porque él no quería! Yo le dije que sí que me iba porque me estaba esperando el italiano y yo solo no sabía ir. Entonces el tío cabreado porque yo le había rebatido, intento pegarme con la escoba con la que esta barriendo el remolque que acabábamos de descargar ¡Yo al ver lo que pretendía me separe y cogí una orca de picos con la que descargue el remolque! Y con mi francés le dije ¿pégame si tienes co..? Al ver que yo no le tenía miedo. Fue a casa y desde una ventana me apunto con un fusil. Pues los suizos aunque no tienen ejercito todos están armados, yo lo comprobé viéndoles formar patrullas que entonces no sabía cuál era la misión de aquellas patrullas, mas tarde si lo he sabido.

¡Fue el último día! Viendo como se puso aquello me fui al famoso cuarto de las vacas, guarde mi poca ropa en una vieja maleta y una caja de cartón, toda impregnada de un olor nauseabundo a vaca que se podía oler a distancia. Espere a que rompiera el día y silenciosamente salí de aquella casa, que más tarde llame la casa de los horrores.

Fui por un sedero bajando la montaña, hasta que llegue a una estrecha carretera, allí me senté esperando que alguien pasara y así fue, pasado un rato vi venir un coche al que puse la mano y me paro. Era una señora que la pedí por favor que me llevara hasta el cuartel de la policía, así lo hizo con cara de satisfacción, lo que yo no olvidare, pues hacía tiempo que no veía una cara amable. Yo que allí me veía perdido en una montaña que de nada conocía, respire.

Ya en la policía, allá en el cantón de Neuchatel, me identifique y les dije ¿de dónde venía? ¿y lo que me había pasado? Pero que no tenía el pasaporte, porque el fulano para el que estaba trabajando me lo retiro el primer día. Diciéndome que lo tenía que llevar a la policía y nunca me lo devolvió.

La policía le llamo a su casa y se presento con mi pasaporte y no sé lo que les contó de mi, solo sé, que en mi pasaporte pusieron un sello en el que decía ¿qué me echaban de Suiza por indeseable? Lo que supe pasado un tiempo al pasar otra frontera ¡Que había hecho yo en Suiza!

Esto me paso a mí en esa tierra Suiza, tierra que hoy podemos llamar, la tierra de. Ali Baba y los Cuarenta Ladrones. En esa cueva, ahora se esconden un montón de de millones de Euros y Joyas que guardan. los Naseiros, los Ratos, los Puyol y tantos y tantos que nunca se sabrá……


ALLI SI HABITABA EL MAL

Brillaba el sol en lo alto
cuando su cara enseñaba
era una luz tan radiante
que hasta las piedras brillaban

Y allí las nieves perpetuas
blancas al cielo miraban
le daban gracias a Dios
porque cayeron tan altas

Y mirando para abajo
seguro que preguntaban
apuntando con el dedo
¿Quién, allí abajo habitaba?

Que hasta el tejado era negro
donde una bestia moraba
que hacía, por hacer mal
asta en el alma mas blanca

La condición de un humano
que en esa tierra agraciada
hizo que la dulce leche ,,Allí,,
fuera amarga muy amarga.

Todo lo que allí paso, fue tan cruel
que ni la hermosa montaña
pudo borrar con el tiempo
el daño que se clavo, en mis entrañas.
Qué pena que allí tan cerca del cielo,
la crueldad tenga sitio
y un hombre pueda manchar
lo hermoso, que allí, Dios, hizo.

Sigifredo Maria Cascón.

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