LO QUE SE QUIERE NUNCA SE OLVIDA

Bernardo para ti y para mí, ¿quienes crees que son más felices, los vivos o los muertos?
Querido amigo Bernardo: cómo pasa el tiempo, este año que deprisa ha pasado y cuantas cosas han sucedido, te las quiero contar ¿y no sabes por qué? Lo que se quiere nunca se olvida. Es debido a que todos los días te veo, como a mis padres y a mis amigos, me siento feliz hablando con vosotros porque para mí los muertos sois mas fiables que los vivos, esto es como las personas que hablan a las plantas, como los solitarios que tienen un animal de compañía.

Este año ha sido para mí un poco duro, he tenido que pasar otra vez por el quirófano, pero me encuentro bien, con ganas de pelea social, según me dicen los amigos que soy un privilegiado porque no paro, sabiendo que hay mucha más gente peor que yo. Porque a la cabeza no hay un dios que la controle y si te quedas en casa estás perdido, me gustaría morirme como los árboles, de pie. Donde van dejando su savia por esas ramas heridas por las inclemencias del tiempo, dejando a lo largo de su vida las semillas esparcidas, porque esto da vida a generaciones venideras.

Lo que sucede que tengo un demonio en mi cuerpo y no soy capaz de echarlo, que son los nervios, donde hay veces que me acojono y no soy capaz de sacarle del cuerpo y esto no es bueno ni para mí ni para los que me rodean. Así que tengo que echarle pelotas y será lo que Dios quiera.

Bernardo, todos los años te digo lo mismo, el mundo está jodido. España se está rompiendo por políticos descerebrados que solo quieren mandar, se está palpando el odio y el miedo, esto no es bueno. Ahora se está luchando mucho por lo del cambio climático, que nos lo estamos cargando, ¿pero quién se lo están cargando? Los países industrializados y las multinacionales que solo piensan en el dinero y en el poder. Como otro caso que está pasando, Estados Unidos, Rusia, España y otros países que están vendiendo armas porque se quedan obsoletas y hay que generar puestos de trabajo, fabrican nuevas armas con mayor poder de destrucción, que no se les pone nada por delante. Otros que luchan por su Dios matando, como hacen los terroristas que a estos fanáticos no les importa porque mueren por Alá, como no tienen miedo se inmolan y cuantos más inocentes maten mayor es su victoria. Así que yo creo que habrá que buscar la cepa del mal de donde viene. Porque todos sabemos que a Oriente Medio les han machacado por intereses y esta gentuza fanática no perdona. Pero no me entra en la cabeza que les vendan las armas y luego los machaquen, es muy contradictorio porque caen muchos inocentes.

Las guerras no se ganan con bombas, se ganan con la paz y dialogo, cada vez hay más terroristas y todo el mundo está amenazado, habiendo un miedo que se palpa en la gente, hay que luchar para que todas las personas podamos convivir.

Yo soy creyente y a mí no me imponen que tenga que matar por mi religión, porque puedes morir por ideas, pero no matar por ellas. Las guerras nunca traen buenas consecuencias, siempre hemos sabido que el que gana pierde, en este mundo hay miles de personas detrás de las alambradas de países que les están poniendo muros como si fueran reses que van al matadero.

Aquí en España iban a entrar 16.500 refugiados, que pactaron los mandatarios. No se acuerdan cuando tuvimos aquella maldita guerra civil, muchos países nos tendieron la mano, nos ha entrado a todos el alzhéimer. Pero aquí hay hombres, mujeres y niños, es penoso, con decir que entran yihadistas como muchos dicen y entre ellos un obispo de la santa madre iglesia, así que para esta gente no le hace falta ni bombas ni balas, con la hambruna y el frío, acaban con la mitad de ellos.

Voy a dejar un poco las penas, ah, se me olvidaba! he tenido un nieto que se llama Alfonso, tres Alfonsos en casa, un lío para la abuela pero se nota por el tono a quien llama, al padre Alfonsoooo y al abuelo Alfonsooooooooo con poderío y al nieto con dulzura.
Bernardo para ti y para mí, ¿quienes crees que son más felices, los vivos o los muertos?
Hasta otro año, un abrazo muy grande

ALFONSO «EL PINDOQUE»